Por fin pude participar en un acto de homenaje y recuerdo a mi querida amiga y hermana scout Caluli. No sabéis la profunda satisfacción y emocionada alegría que supuso para mí, aunque Caluli ya no esté físicamente entre nosotros, pero lo sigue estando, tanto en su Grupo Scout Kenya como en su familia.
Hacia ya años que yo no vivía unos momentos así, rodeado de scouts, desde los más pequeños lobatos hasta los rovers, sin olvidar a sus scouters. Especialmente cariñoso fue el hecho de poder saludar y abrazar a sus hijos y a Isaac, su esposo, a los cuales me une, también, una gran amistad. Yo los siento como si de mi propia familia se tratase, son tantos años de convivir juntos...
Hubieron varios actos que especialmente me emocionaron, como fueron la izada de banderas por sus hijos, Paco, María y Pilar, junto con Isaac. La flor de lis que se fue cubriendo de rojo con los claveles que todos sus scouts, los scouts de Caluli, fueron depositanto en la misma... Las palabras de Isaac, los regalos de cada una de las secciones depositados a los pies del retrato de Caluli, que de uniforme y de una forma más que sencilla observaba todo y finalmente me supo el honor de entregar en nombre de su Grupo a su familia un libro lleno de fotos, como recuerdo de toda una vida, la vida de Caluli, entregada a su Grupo Scout y lo que es más importante, a los demás.
Espero que su ejemplo no se olvide y fructifique en esa tierra que ella tan bien supo abonar, que es el terreno de tantos y tantos jóvenes y jóvenas... Nada mas ¡BUENA SENDA CALULI!
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