martes, 7 de junio de 2016

UN MUNDO DE CONCURSOS: REFLEXIONES SOBRE UNA PEDAGOGÍA SCOUT LIBRE DE ATADURAS Y ALTERNATIVA





¡UN MUNDO DE CONCURSOS!
Juan José Pérez Martínez. Querido hermano Lechuza.
Comparto en parte tu inquietud. No obstante, el problema que te preocupa no es nuevo en absoluto. Históricamente han surgido una y otra vez corrientes dentro del escultismo que alertaban sobre el peligro del exceso de competitividad en el desarrollo del programa. Como muestra te invito a leer el artículo que publiqué en La Roca

A mi modo de ver, y creo que es la misma perspectiva que tenían los formadores de Gilwell y el mismo BP, nos equivocaremos si intentamos anular los instintos naturales de cualquier chico y de cualquier ser humano.
Me explico: la competitividad es algo innato en la naturaleza. Nos puede agradar más o menos pero es así. De hecho es lo que ha permitido la evolución de la vida.
Nuestros chicos poseen ese mismo instinto, sólo es cuestión de observarlo. Ahora bien, podemos hacer dos cosas: establecer unas reglas en las que anulemos dicho instinto y “obliguen” a los chavales a actuar de un modo concreto. O bien aprovechar ese espíritu competitivo para darle motivación al grupo y estimular el progreso y el crecimiento.
En el primer caso estamos actuando en contra de nuestro método, es decir, imponemos un estilo artificioso desde el exterior (no por convencimiento interno), y además poco atractivo para los chicos. Sin esa motivación será más probable que impere el aburrimiento y el abandono. Porque los chicos no vienen a los scouts a ser “hermanitas de la caridad”, ni mucho menos.
El segundo método ofrece unas posibilidades enormes, porque desde la motivación y con la educación en valores adecuados que vamos dando poco a poco, será como crezca en ellos el verdadero espíritu scout del servicio. Pero NO PODEMOS CONSTRUIR LA CASA AL REVÉS, DESDE EL TEJADO, porque corremos el riesgo de espantarlos.
Históricamente los scouts aceptaron este hecho… pero teniendo siempre muy presente que ese espíritu competitivo DEBE SER MODERADO ADECUADAMENTE. La palabra, como casi siempre, es EQUILIBRIO.
En realidad en la literatura antigua de los scouts británicos (el propio BP, Stanley White, o John Thurman, por ejemplo) se afirma que cuando los scouts han adquirido el espíritu scout adecuado van necesitando cada vez menos competitividad, aunque también tenían claro que no existen patrullas ni scouts perfectos.
El mismo BP proponía las competiciones a la inversa, es decir, haciendo que los ganadores quedaran al margen y sólo los que perdían seguían hasta dilucidar el menos hábil. Lo hacía porque de ese modo aumentaba la práctica de los menos diestros y sin darse cuentan estaban mejorando mientras competían.
Lo que debe tener claro todo scouter es que el juego o la competición en sí no importa un pimiento. Lo que importa es todo lo que aprenden los chicos mientras se esfuerzan en equipo e individualmente. En ese sentido da igual si ganan o pierden. Todos aprenden.
Me gustaría también mencionar que existe algo en los chavales de hoy que me resulta muy peligroso: su gran intolerancia a la frustración. No soportan que se les contradiga, o que no se les de lo que creen merecer (que es todo), y cuando ocurre se vienen abajo.
Para mí esa es la gran pregunta ¿por qué unos chicos encajan la derrota sin problema y otros se desmoronan o se deprimen? Creo que en este sentido es muy importante que les enseñemos a ganar y a perder, siempre y cuando se le dé la justa importancia a las cosas y se anime a los perdedores a la mejora, sin hipocresías ni lamentos.
Creo que se debe aceptar el sano deseo de ganar, sin complejos. Y sobre todo educar a los chavales a aceptar que siempre puede haber alguien mejor, pero que si nos esforzamos y aprendemos de nuestros errores con seguridad podemos subir nuestro nivel.
Eso forma parte también de la educación en carácter de los jóvenes.
Este tema de la frustración y la competitividad mal entendida creo que fue lo que llevó a los cambios en los sistemas de progresión. Cambios que en muchos casos han convertido la progresión en algo sin mérito y poco valorado por los mismos chicos (que no son tontos y valoran lo difícil, como todo el mundo).
Por lo menos yo lo veo así.
Un apretón de zurda.

Respuesta de Alonso Lechuza al acecho:
Gracias Juan José Pérez, por ese gran artículo que has escrito y que he leído con gran interés. No obstante yo no me refería al qué y al cómo se practica la metodología scout, sino al contexto que hoy observo en algunos grupos y más concretamente en las diferentes asociaciones scouts. Parece ser que se vienen contaminando con todo aquello que les viene dado por los medios o por la "moda", por eso titulo mi entrada como "Un mundo de concursos". Hoy todo lo que hacemos o pretendemos hacer se mide por la vara del sensacionalismo y del "yo más", "nosotros más". Quién sube al monte más alto "a pelo", cómo me tiro por un barranco, cuanto más peligroso mejor, cómo gano tal o cual premio..., en concursos como aquellos que tienen que ver con la cocina, con la canción, con el deporte..., qué cosa es la más original (según para quién, claro), cómo llamamos más la atención y si salimos en la tele mejor que mejor...O sea que este no es un mundo de y para lxs perdedores, sino para aquellos y aquellas que han ganado o sobresalen en cualquiera de los aspectos de la vida (o de la muerte, porque eso también cuenta). Eso sí, hipócritamente pienso, que siempre dejamos un lugar para "lxs perdedores o perdedoras", porque lo contrario estaría mal visto, no sería "políticamente correcto". En fin un mundo que supongo que no es el que querría BP si hoy viviese y menos aún lxs que ahora vivimos. Hay que optar por un mundo mejor y diferente, un mundo en el que prime la cooperación, la cultura de paz, el trabajo bien hecho, el apoyo mutuo. Y esto sí tiene que ver con lxs scouts, porque tenemos la opición de elegir "lo mejor" para este mundo. No se trata de lavar el cerebro de nadie, pero sí se trata, repito de optar. No hay educación neutra ni neutral. Al menos nos lo debíamos de plantear, de una forma seria y documentada. Ya sabemos que lxs niñxs son niños y niñas, pero no olvidemos que ellos se fijan, beberán lo que sus scouters, educadores les transmitan y no solo con la palabra, sino, lo que es más importante, con sus gestos, actitudes, y formas de ser y estar. Bueno basta ya, porque es bastante complidado explicar todo esto en este medio, dado que casi nadie lee más allá de un par de líneas, pero en fin..., es lo que hay.

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