¡Qué tío tan pesao! Pues..., aquí me tenéis de nuevo con otra de mis reflexiones sobre temas que, creo, tienen que ver con nuestro Escultismo...
Me da la impresión, especialmente observando a algunos responsables/jefes, que todavía siguen pensando que el hecho de ser scout, de pertenecer a un movimiento mundial, de tener una serie de normas, lemas, leyes, idearios, etc. los hacen "ser los mejores" y, me atrevería a decir, "los únicos que hacen algo por los demás"... ¡Qué equivocados están!
Un poco de historia...
Cuando apareció en nuestra sociedad el escultismo, tanto como escuela de formación de conductas de las personas como de "servicio a los demás", habían otras necesidades diferentes, otros planteamientos distintos a los de hoy día. A comienzos del siglo pasado la mayor parte de asociaciones tenían un marcado acento "benéfico", altruista (¿?), de solucionadoras de aquellos problemas que la sociedad "industrial" no podía atender. No era malo, pero, repito, eran otros tiempos...
Hoy día esos objetivos ya no tienen sentido, ya que nuestra sociedad, afortunadamente, ha dejado o, el menos, quiere dejar de ser objeto de actitudes, comportamientos, acciones "paternalistas/maternalistas". Aunque no lo tengan claro, los demás no quieren sentirse apadrinados y objetos necesarios que justifiquen la existencia de asociaciones "benéficas", sino desean que sean de otro tipo.
Una característica psicosocial de este tipo de asociaciones, es que se sienten necesarias y, por ende, los mejores para atender a una sociedad "necesitada".
Así nació, con estos objetivos nació, nuestro escultismo, en un momento determinado de nuestra historia, en un país anglosajón (recordemos "una isla" que conquistó gran parte del mundo), en una sociedad salvájemente industrial, en un país "imperialista", etc. Por ello se extendió por todo el mundo. Inglaterra era admirada "por todo el mundo", incluso por nuestro latino/meridional/atrasado país y por ese motivo todo lo que de allí partía era inmediatamente asimilado por el resto del mundo "civilizado o conquistado". Así es la historia.
Quiero acabar afirmando este somero análisis no menoscaba, en absoludo, los valores que el escultismo tiene en sí mismo y menos aún los valores creidos y vividos por miles de jóvenes de todo el mundo, incluidos, naturalmente los de nuestra Región de Murcia, sino todo lo contrario, deseo que estas notas nos sirvan para reflexionar y, tras esa reflexión, conseguir que nuestro movimiento scout sea algo actual, que responda a las necesidades que día a día nos plantea nuestra sociedad, que sea una alternativa a "tanta basura" que por ahí hay, que sea de verdad algo diferente e ilusionante para nuestros niños y jóvenes, a encontrar nuevos caminos, etc. Todo ello sin renunciar a nuestros valores, a esos valores que "hacen que seamos lo que somos" y no otra cosa.
No se puede plantear nuestra labor educativa siguiendo los parámetros que nos marque la sociedad, sino que es necesario plantearla sin renunciar a nada de lo que "somos y queremos ser".
Eso hará que de verdad tengamos un "lugar en el mundo", en este mundo pequeño y global en el que nos ha tocado vivir.
Amigos scouts NO SOMOS LOS MEJORES, pero lo importante es conseguirlo...
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