domingo, 9 de enero de 2011

HISTORIAS DEL GRUPO SCOUT DE ESPINARDO


Hace ya tiempo os dije que incluiría en este Blog algo de mis muchos recuerdos, datos y demás del Grupo Scout de Espinardo y de mi "Mi historia como scout", aquí tenéis algo que os puede parecer interesante:
Muchas de las historias que hemos vivido y protagonizado como scouts las recordamos por los lugares en que ocurrieron, aunque en la actualidad la mayor parte de los mismos hayan desaparecido o cambiado de tal forma, que nos resultan irreconocibles...

Erase una vez... En el pasado siglo..., corriendo el año 67, ..., El bosque de los Fantasmas. Este bosquecito, pues no llegaba a la categoría de "bosque", poblado por algunos pinos, más bien "pinitos sufridores", se encontraba situado muy cerca de lo que ahora es "una rotonda" que da acceso a los centros comerciales (Nueva Condomina y otros), a la izquierda según se sube a Alto Real. En la cima que lo albergaba habían unas ruinas de un antiguo cortijo, ruinas que nos llevaban a pensar en misterios y fantasmas, en aventuras vividas por sus moradores..., de ahí el calificativo "de los fantasmas". Desde ese lugar se veía un amplio panorama de la ya casi desaparecida "Huerta de Europa" y a lo lejos las serranías de la Fuensanta, Carrascoy, Columbares y, ¿cómo no? ¡el castillo de Monteagudo!

En dicho lugar, que era bastante desértico, pues no había agua, aunque sí bastantes matorrales, cobijados bajo las pobres sombras de unos arbustivos pinos..., pero en fin, era nuestro bosque, uno de nuestros lugares de excursión en donde comenzó de verdad el Grupo Scout de Espinardo, con sus primeras promesas.
Esos primeros scouts constituyeron la Patrulla "Los Zorros", que muy pronto fué seguida por "Los Halcones" y después otras y otras..., pero lo que nos interesa saber es esto: Unos jóvenes, niños aún, de Espinardo, se hacen scouts, hacen la Promesa Scout, acompañados de su Jefe de Tropa y del Capellán, primero del Grupo, sin uniformes, con vestimentas de la época, sin medios, solo acompañados de sus pañoletas (grandes como sábanas) y, lo que es más principal, su ilusión "por serlo" y "por vivir la aventura scout", entregándose a los demás con alegría, con buen humor y con un compromiso serio por dejar un poco mejor ese mundo, este mundo que les ha tocado vivir.

Incluyo aquí alguna foto de ese gran recuerdo, que para mí aún se presenta como una realidad.