jueves, 20 de diciembre de 2018

LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE LOS SCOUTS - ASRM, NOS FELICITA LAS PASCUAS


¡PERDÓN, PERDÓN! Como es obvio he tenido un error, la felicitación corresponde a la Asociación de scouts adultos: AMIGOS DE LOS SCOUTS DE LA REGIÓN DE MURCIA-ASRM". "Al que masa y trabaja todo el pasa", jejejeje.
Logotipo oficial de la asociación de scouts adultos: "Amigos de los Scouts de la Región de Murcia-ASRM"

viernes, 12 de octubre de 2018

CANTO GENERAL DE PABLO NERUDA, REMEMORANDO EL DÍA DE...LETRA Y ENLACE CONCIERTO MUSICADO DEL MISMO DE M. THEODORAKIS.

Aquí tenéis la letra del CANTO GENERAL de Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura (1971), que interpretado con la música de M. Theodorakis tuve la oportunidad de escuchar en el Teatro Municipal de Caracas, en el año 1981. Fue una experiencia extraordinaria, en especial por el ambiente que me rodeaba en ese lugar: todxs entregadxs sintiendo lo que escuchaban. 
Pablo Neruda en una de sus poses características.

CANTO GENERAL DE PABLO NERUDA.


Amor América


Antes de la peluca y la casaca
fueron los ríos, ríos arteriales;
fueron las cordilleras, en cuya onda raída
el cóndor o la nieve parecían inmóviles;
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todavía, las pampas planetarias.
El hombre tierra fue, vasija, párpado
del barro trémulo, forma de la arcilla;
fue cántaro caribe, piedra chibcha,
copa imperial o sílice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura
de su arma de cristal humedecida,
las iniciales de la tierra estaban 
escritas.
              Nadie pudo
recordarlas después: el viento
las olvidó, el idioma del agua
fue enterrado, las claves se perdieron
o se inundaron de silencio o sangre.
No se perdió la vida, hermanos pastorales.
Pero como una rosa salvaje
cayó una gota roja en la espesura,
y se apagó una lámpara de tierra.
Yo estoy aquí para contar la historia.
Desde la paz del búfalo
hasta las azotadas arenas
de la tierra final, en las espumas
acumuladas de la luz antártica,
y por las madrigueras despeñadas
´de la sombría paz venezolana,
te busqué, padre mío, 
joven guerrero de tiniebla y cobre,
o tú, planta nupcial, cabellera indomable,
madre caimán, metálica paloma.
Yo, incásico del légamo,
toqué la piedra y dife:
Quién
me esper? Y apreté la mano
sobre un puñado de cristal vacío.
Pero anduve entre flores zapotecas,
y dulce era la luz como un venado,
y era la sombra como un párpado verde.
Tierra mía sin nombre, sin América,
estambre equinoccial, lanza de púrpura,
tu aroma me trepó por raíces
hasta la copa que bebía, hasta la más delgada
palabra aún no nacida de mi boca.


 
La frontera


Lo primero que vi fueron 
árboles, barrancas
decoradas con flore de salvaje hermosura,
húmedo territorio, bosques que se incendiaban,
y el invierno detrás del mundo, desbordado.
Mi infancia son zapatos mojados, troncos rotos
caídos en la selva, devorados por lianas
y escarabajos, dulces días sobre la avena,
y la barba dorada de mi padre saliendo
hacia la majestad de los ferrocarriles.
    Frente a mi casa el agua austral cavaba
    hondas derrotas, ciénagas de arcillas enlutadas,
    que en el verano eran atmósfera amarilla
    por donde las carretas crujían y lloraban,
    embarazadas con nueve meses de trigo.
    Rápido sol del Sur:
                                   rastrojos, humaredas
    en caminos de tierras escarlatas, riberas
    de ríos de redondo linaje, corrales y potreros
    en que reverberaba la miel del mediodía.
    El mundo polvoriento entraba grado a grado
    en los galpones, entre barricas y cordeles,
    a bodegas cargadas con el resumen rojo
    del avellano, todos los párpados del bosque.
Me pareció ascender en el tórrido traje
del verano, con las máquinas trilladoras,
por las cuestas, en la tierra barnizada de boldos,
erguida entre los robles, indeleble,
pegándose ne las ruedas como carne aplastada.
Mi infancia recorrió las estaciones: entre
los rieles, los castillos de madera reciente,
la casa sin ciudad, apenas protegida 
por reses y manzanos de perfume indecible,
fui yo, delgado niño cuya pálida forma
se impregnaba de bosques vacíos y bodegas.
 
 
La casa


Mi casa, las paredes cuya madera fresca, 
recién cortada, huele aún: destartalada 
casa de la frontera, que crujía
a cada paso, y silbaba con el viento de guerra
 del tiempo austral, haciéndose elemento
de tempestad, ave desconocida
bajo cuyas heladas plumas creció mi canto.
Vi sombras, rostros que como plantas
en torno a mis raíces crecieron, deudos
que cantaban tonadas a la sombra de un árbol
y disparaban entre los caballos mojados,
mujeres escondidas en la sombra
que dejaban las torres masculinas,
galopes que azotaban la luz,
                                              enrarecidas
noches de cólera, perros que ladraban.
Mi padre, con el alba oscura
de la tierra, hacia qué perdidos archipiélagos
en sus trenes que aullaban se deslizó?
Más tarde amé el olor del carbón en el humo,
los aceites, los ejes de precisión helada,
y el grave tren cruzando el invierno extendido
sobre la tierra,como una oruga orgullosa.
De pronto trepidaron las puertas.
                                                        Es mi padre.
Lo rodean los centuriones del camino:
ferroviarios envueltos en sus mantas mojadas,
el vapor y la lluvia con ellos revistieron
la casa, el comedor se llenó de relatos
enronquecidos, los vasos se vertieron,
y hasta mí, de los seres, como una separada
barrera, en que vivían los dolores,
llegaron las congojas, las ceñudas
cicatrices, los hombres sin dinero,
la garra mineral de la pobreza.


Y si queréis también escucharlo pinchad el siguiente enlace:
Teatro Municipal de Caracas, fachada principal.


La monumental lámpara, suspendida sobre el patio de butacas, siempre moviéndose en consonancia con la rotación de la Tierra. ¡Temíamos que algún día pudiese caer, jejeje!
El interior del Teatro de una gran belleza y grandiosidad.

sábado, 6 de octubre de 2018

SARAMAGO, JOSÉ SARAMAGO, 20 AÑOS DESDE QUE SE LE CONCEDIO EL NÓBEL. RESEÑAS DE ALGUNOS LIBROS MEMORABLES

¡20 AÑOS HA! Hoy hace veinte años que le concedieron el Premio Nóbel a Pepe, es decir, José Saramago, uno de mis escritores predilectos y que siempre me han dicho demasiado. 
José Saramago
Con este motivo me viene a la memoria la actividad que el Colectivo de Educación Experimental-CODEX tenía previsto realizar, hace ya unos años, en Murcia: "Encuentros sobre Cultura de Paz". Para dichos Encuentros ya teníamos conseguida la participación de Saramago, lo que conseguimos a través de Pilar del Río, su esposa. Ellos residían en Lanzarote. No recuerdo la fecha exacta, si encontrase alguna documentación al respecto ya os la subiría. Saramago vendría sin cobrar "caché" alguno por su participación, solo tendríamos que proporcionarle una estancia adecuada a sus circunstancias. 
Ignacio Ramonet
Además en los mencionados encuentros también teníamos la confirmación para participar, en las mismas circunstancias que Saramago, a Ignacio Ramonet, director de "El mundo diplomático" y miembro destacado del movimiento "altermundista". Así mismo teníamos concedido el local gratuitamente por la antigua CAM, ya que no pusieron pega alguna y estuvieron encantados dado el nivel de las personas que hasta ese momento iban a participar y lo interesante y actual tema "Cultura de Paz". (Le propusimos participar a otros conferenciantes, cuyos datos me reservo, por los elevados "cachés" que pretendía cobrar). 
 Finalmente os diré que esos encuentros no pudieron realizarse ya que la DG de Juventud y otras entidades públicas, es decir de la C.A., se negaron a darnos ningún tipo de ayuda. ¿Envidia, celos, quizás?
Añadiré que en la Biblioteca, diríamos ambulante, que siempre nos acompañaba en las actividades de CODEX, figuraban varios libros de Saramago, pues era muy querido y admirado por muchxs de nosotrxs.
Quiero terminar recomendando uno de los libros de Saramago que más me han llegado: "Ensayo sobre la ceguera" y con una de sus frases, sacada como a voleo y, pienso de gran actualidad: ""La historia se escribe desde el punto de vista de los vencedores, los vencidos nunca han escrito la historia. Y se escribe, fatalmente, desde un punto de vista masculino".

Alonso (también publicado en mi perfil de facebook)
Ahora os pongo las portadas de alguno de sus libros que más me han gustado, que más me han impresionado...Os aconsejo que leáis alguno, pues seguro que descubriréis un mundo nuevo, un mundo nuevo posible.



Este libro lo escribió siendo ya Premio Nóbel, puede verse reflejado en la portada.

lunes, 1 de octubre de 2018

GESTACIÓN DEL COLECTIVO DE EDUCACIÓN EXPERIMENTAL CODEX - VERANO/OTOÑO DEL AÑO 1983.

Con este grupo de entusiastas personas y de otras que no están nació un gran proyecto: El Colectivo de Educación Experimental-CODEX. Corría el verano/otoño del año 1983. Proyecto que todavía al día de hoy sigue siendo eso: ¡UN PROYECTO", jejejejeje
Equipo de educadores que participó en la Colonia "Mar Menor-Telefónica", en Albergue Los Narejos, Verano 1983. De aquí surgieron las ganas y el ímpetu para crear el futuro Colectivo de Educación Experimental-CODEX.

De este equipo surgió la idea, gestándose poco después en sucesivas reuniones celebradas en el Hotel Pagán, para fundar la Asociación "Colectivo de Educación Experimental-CODEX, siguiendo las sugerencias de Mendía. Equipo dirigente del Curso "no directivo" de Directores de Campamentos, Albergues y Colonias celebrado en el Albergue de Los Narejos, en el verano de 1983.               

EL BELÉN DE LOS SCOUTS DE ESPINARDO EN EL MORRÓN DE SIERRA ESPUÑA EN EL AÑO 69.

Motivado por una especie de juego/concurso, naturalmente nada competitivo, me han llegado los recuerdos que a continuación os indico, todo ello ya publicado en mi perfil personal de Facebook y en los Grupos de Amigos de los Scouts de la Región de Murcia y en Proyecto Siempre Adelante, porque espero y confio que os guste. Comienzo con la foto que ha dado origen a todo este tema:
¡LA CIUDAD VIGILADA! Así se controlaban las ciudades y sus ciudadanxs a partir del siglo XII..., cámaras de seguridad super eficaces.
¿Qué será esa especie de balón gigante que aparece tras la montaña? Como véis no solo el "demonio" de Notre Dame de Paris les vigila a ellxs, porque por aquí también "cuecen habas", jejeje ¿Sabéis donde he tomado esta sugerente foto? La solución es muy fácil... ¡a jugar!  
"Despertados mis recuerdos (y no solo éllos, sino también otros sabores navideños) mientras entraba en la confiteria de Fernando Gómez, también él scout, de Espinardo me llevaron a escribir lo que entrecomillo a continuación con respecto AL BELÉN DE ESPUÑA, que el Grupo Scout de Espinardo instaló junto al Torreón de los Exploradores en el año 69.

" Hace unos pocos años un grupo de amigxs subimos hasta allí, de donde fuimos desalojados por "la voz" desagradable e inhumana de unos altavoces que nos indicaron que estábamos en zona militar, jeje El Morrón ¿zona militar? En fin cosas veredes amigo Sancho. El Grupo Scout de Espinardo, el año 69, instaló en ese mismo lugar, junto al Torreón llamado de Los Exploradores un belén, en pleno diciembre, con un frio que pelaba. El mencionado belén estuvo confeccionado por el famoso escultor de Espinardo García Mengual (ya fallecido). No recuerdo el año, pero hace ya tiempo... (creo que fue el 69). Recuerdo que esa noche de invierno, en plena navidad, dormimos en nuestra tienda de campaña instalada en el interior "derrumbado" de la casa de las Labores en Sierra Espuña. Algunos años después subimos a verlo y observamos que dentro del propio Torreón, (que antes fue observatorio metereológico) los militares habían instalado una pequeña capillita. Cuando aquello fue declarado zona militar y se restringió su subida subimos de noche, de forma más bien oculta y clandestina, a recoger el belén o lo que de él quedara, pues para nosotros era una contradicción que siguiese estando en una "zona militar", y nos lo bajamos: solo pudimos recuperar la figura de San José, pues las otras habían desaparecido, bien por deterioro o por...Solo Dios lo sabe."

Esto es solo un recuerdo que quizás muy pocos de vosotrxs sepáis, pero en fin así se escribe la historia de lxs scouts en la Región de Murcia, con pequeños hechos como estos."

jueves, 27 de septiembre de 2018

SERGIO LOZANO, HOMENAJE A SU PERSONA Y A SU OBRA.

¡EL RINCÓN DE LOS LIBROS DESCONOCIDOS! Hace años ejercí mi papel de "copista", a partir de unos folios escritos a mano por el autor, de un personal, comprometido, iconoclasta y rompedor libro escrito por mi buen amigo y vecino Sergio Lozano, hoy ya fallecido, titulado "¿Dios hizo al hombre? O ¿El hombre creó a Dios?" 
No ha sido publicado aún y permanece en ese oscuro rincón: pregunto ¿lo será algún día? Merecería la pena, considerando que su autor es una persona creadora, artista y familiar de otros afanados artistas de esta nuestra Murcia, es decir de Espinardo , ..., pero me temo que los contenidos del mencionado podrían causar contradicciones, malentendidos, incluso cabreos para aquellxs que lo lean. Quizá no está escrito para que ciertos "paladares" lo degusten y engullan, jejeje...No obstante aquí os lo pongo, junto a otras imágenes del autor
correspondientes a su obra pictórica y escultórica. Un gran hombre, un gran artista que debería ser reconocido por lo que es y por lo que pretendía. ¿Dónde se encontrarán esas tallas, esos dibujos?¿Sería digno que Sergio y su obra tuviesen un reconocimiento público y que alguna de sus creaciones fuesen expuestas en el Museo de Bellas Artes de Murcia?








Alonso.

lunes, 10 de septiembre de 2018

CAMBIO DE DOMICILIO SOCIAL DE LA PLATAFORMA DEL VOLUNTARIADO DE LA REGIÓN DE MURCIA - PVRM

La Plataforma del Voluntariado de la Región de Murcia - PVRM, ha cambiado de dirección, la podéis encontrar en:

jueves, 31 de mayo de 2018

LA MUERTE DEL MINOTAURO - SU PRESENTACIÓN EN CARAVACA DE LA CRUZ - CHARLA DE ALONSO SOBRE CONTENIDOS Y SENSACIONES AL LEER LA NOVELA.


La leyenda del minotauro – La muerte del Minotauro
(El minotauro era hijo de Pasifae, esposa del rey Minos de Creta y de un toro blanco enviado por Poseidón, dios del mar. Minos había ofendido gravemente a Poseidón quien como venganza hizo que Pasifae se enamorase del animal. Fruto de dicha unión nació el Minotauro, un ser violento, mitad hombre, mitad toro, que se alimentaba de carne humana. Para esconder su vergüenza y proteger a su pueblo, el rey Minos rogó al inventor Dédalo  que le construyera un laberinto del que el monstruo nunca pudiera salir. Cada nueve años, a fin de apaciguarlo, Minos le ofrecía a la bestia, siete mujeres y siete jóvenes que imponía como tributo a la ciudad de Atenas.
En una ocasión, Teseo se ofreció voluntario como víctima, con la intención de matar al Minotauro y liberar a Atenas de un cruel destino. Con la ayuda de Ariadna, la hija del rey, que se había enamorado de él, logro su propósito: Ariadna le ofrece a Teseo un ovillo de hilo que le ha dado Dédalo, el arquitecto del laberinto. Habiendo atado uno de sus extremos en la entrada y siguiendo el hilo por los intrincados vericuetos del laberinto, Teseo puede, efectivamente, encontrar la salida.) 

Alonso Rubio
Para mí, es necesario que me atraigan las primeras líneas de una novela o de cualquier otro escrito para animarme a continuar leyendo.
Patricio, me animó a ello cuando comienza así su novela: “Nunca había tenido un padre que lo llevara por primera vez a contemplar el hielo, ni un abuelo de profesión coronel que ante la infantil y ocurrente pregunta de ¿qué hace usted sentado frente al quicio de la puerta?, le dijera que simplemente estaba esperando ver pasar su propio entierro. No tenía…” 
La novela

Así me comienza abriendo una ventana, una ventana hacia un mundo nuevo y sugerente que anima a seguir leyendo…¿qué vendrá después?
Miro por esa ventana y descubro, conforme voy leyendo, un gran fresco, cuan Jardín de las Delicias del Bosco, despertando así mi interés por ver qué hay más allá… Cuando veo un cuadro o leo una novela u otro escrito me gusta ver y, en su caso fotografiar, aquello que hay o se oculta detrás de la imagen o texto, que generalmente la gente no suele ver, pues ello despierta mi interés por la obra, tal y como me pasó con esta novela de Patricio. Me descubre un mundo que yo desconozco totalmente que es el de los toros y los toreros, el de la tauromaquia en general, como no sea el que se contiene, por ejemplo, en los dibujos de Goya y otras obras de Picasso, de los que tantas veces he disfrutado.
Cual Teseo, sigo el hilo que Ariadna ha desenrollado, con el fin de salir, mejor diría entrar en ese nuevo mundo al que Antonio Rodríguez, el torero, me invita. No sé dónde me va a llevar…
Conforme lo sigo voy descubriendo y, en algún caso, conociendo a autores de novelas y poesía (García Lorca, Miguel Hernández, Bergamín, María Zambrano), a cantaores (Morente, Sabina por ejemplo) y cantaoras (Chavela Vargas, incluso a la Jurado), a otros matadores (Ponce, Jesulín de Ubrique, Cristina Sánchez, Frascuelo, Lagartijo, el Juli, José Delgado, su competidor) y sus cuadrillas, otros paisajes y ciudades (Bogotá: sus calles, noches y lugares, México DF, Macondo-Comala), escuchando en mi mente melodías que despiertan mi imaginación, y no me dejan dormir, porque yo suelo leer justo antes de cerrar los ojos, en este caso misión casi imposible, pues Patricio no me deja y me sugiere ¡lee más, lee más!
Patricio Peñalver en Caravaca
Y al seguir hay una cosa que me sorprende, porque intento terminar el capítulo que he comenzado, pero no encuentro su final, y no tengo más remedio que cerrar el libro, no mi imaginación (lo voy recreando en mis sueños), y esperar al día siguiente, noche siguiente, para continuar…
 Su lectura me lleva a otros mundos, algunos de los cuales se me asemejan cercanos, como ese bar de hotel, creo que en Colombia/Bogotá, donde se alojan Antonio Rodríguez y su cuadrilla, en donde se arma un gran alboroto intentando comprender la desaparición de su mozo de espadas, José Vargas. Es un cuadro desternillante, en el cual todos hablan, todos beben, todos miran a la morenita empleada, la de los pechos redondos…, bajo la estúpida mirada de ese chusquero oficial que solo sabe dar órdenes, cuál de ellas más pelegrinas y que no conducen a nada, como no sea a entretener al personal. Una verdadera diarrea de ideas y de interpretaciones de la no realidad, que me lleva a reírme sobre mi cabecera... ¿qué tendrá que ver aquí la peli “La estrategia del Caracol”? Me pregunto…
“La vie en rose”…, lugar que se repite en variadas ocasiones durante el relato y que sirve de excusa al autor para llevarnos a otra imaginada realidad, lejana o bien cercana en el tiempo.
El torero, ante este panorama, no sabe si lo que está viendo, oyendo y viviendo es realidad o es un sueño. Incluso la morenita no para de preguntar al chofer del torero (un tal Rubén), que por cierto, es licenciado en filología hispánica, por Macondo. Chispeante ¿no?
Goya, ve así la faena
El torero, protagonista de la obra, ya desde el principio pregunta a su mozo José Vargas sobre Macondo y su interés por torear en su plaza, en la cual según dicen, en sus chiqueros, se encuentra el Minotauro. El mozo le explica algunos detalles de esa ciudad y de sus gentes. Así nos encontramos con García Márquez y sus “Cien años de soledad”. Macondo ciudad perfectamente descrita, con anterioridad, por Juan Rufo en su novela “Pedro Páramo”, Comala.
Patricio, en un gran continuum, cual parto sin fin, nos sigue contando las peripecias de su torero Antonio Rodríguez y su cuadrilla. Cuanto más avanzo, más lejano y más cercano me parece el final, aunque en ningún momento intente descubrirlo. La magia del subrelato de embulle…
En ciertos momentos me parece que estoy leyendo un relato de Saramago que como sabéis tampoco divide sus obras en capítulos, ni siquiera utiliza casi los puntos y aparte, cosa que Patricio sí hace, por lo cual puedo descansar algún ratito entre frase y frase.

No sé si lo he dicho antes, pero la novela está escrita en tercera persona, como sería lo habitual y lo es en muchos otros autores, pero Patricio en un alarde maestro se sitúa él mismo no en primera persona, pues sabemos que estamos leyendo un artículo o entrevista realizada por él mismo, sino en tercera: no sé cómo podríamos calificar esta quizás figura poética… (Se trata de la entrevista que le hace al mataor con ocasión de su visita a Murcia, para torear en su Feria. Las respuestas a la misma constituyen un manual sobre toreo y de los sentimientos que embargan al torero).
Otro aspecto que me ha gustado, aunque quizás esté un poco sobrecargado, es el intimista: esas reflexiones de Antonio Rodríguez en su fría y solitaria habitación de hotel, y otras intercaladas entre una y otra acción. Veo a un torero que quiere enfrentarse a la muerte retando al minotauro en esa plaza de Macondo, que no sabe en dónde se encuentra y que no aparece en algunos de los atlas consultados. ¿Busca la muerte del minotauro o bien la suya propia? La respuesta a este planteamiento quizás la veamos en el sueño que padeció (digo padeció…) su mozo de espadas José Vargas, durante su “secuestro” en el cual… no os lo digo, me lo reservo, porque aquí podría acabarse el libro…
Estoy seguro que esta gran obra, pues una gran obra es, os gustará, tanto a aquellos que gustan de “los toros y su fiesta”, como a aquellos, como es mi caso, que no nos gustan. La descripción del personaje y su cuadrilla, de otras personas y circunstancias que les rodean os descubrirá ese mundo nuevo y sugerente que al principio os decía.
Otro tema sería hablar del amor y veneración, parece ser no correspondido, de Antonio Rodríguez por Lucía Vargas, famosa cantante colombiana: imagen y recuerdo que siempre le acompañaba en las soledades de sus habitaciones de hotel. (Mientras su cuadrilla sí se divertían, bebiendo, visitando casas de lenocinio: aquí la soledad del mataor). Finalmente habla de su accidente, el de Lucía Vargas. La cantaora se había librado del suplicio de salir en la prensa. Y su traición, antes del accidente con José Delgado, recordemos el competidor de nuestro torero, al menos en su mente. Lucía le puso los cuernos, nunca mejor dicho en este contexto, a Antonio Rodríguez. Aunque recortados, pues su amor siempre se manifestó ambivalente.
A veces, incluso, a pesar de sus miles de corridas triunfales el torero se preguntaba: ¿qué hago yo aquí matando toros? ¿Para qué sirve todo esto? ¿Es necesario? Estas eran  sus grandes dudas existenciales, que en muchos momentos, cuando los anti taurinos gritaban sus lemas contrarios a la fiesta, que él escuchaba al entrar en la plaza o bien a través de la ventana del hotel, le sumían en una profunda melancolía reflexiva. Entonces leía a Manuel Vicent los artículos publicados en El País (los que guardaba en una carpeta de gomas), por ejemplo el titulado: “Más toros”, en donde hablaba de Manuel Guerra, apodado “Guerrita”.
Ya en Méjico aparece Comala ¿se enfrentará aquí al Minotauro?

Menciona a los muertos en las minas de La Unión (siempre la muerte, el encuentro interminable y atemporal con la muerte a la que nos lleva la realidad del Minotauro) y otro sinfín de temas, hechos y dichos que es imposible reflejar aquí, pero que demuestran el gran pozo, por no decir archivo, que Patricio tiene incluido en su mente, su gran sabiduría popular (hasta habla de Romeo y Julieta), su gran memoria y su capacidad para recordar y relatar.
No quiero olvidar que Patricio nos hace un guiño para mostrarnos el barrio en donde Antonio Rodríguez, el torero protagonista, vivió sus momentos de infancia ¿tiene algo que ver con el barrio en donde nació, con el que ahora mismo vive? Me lleva ahí, aunque no lo pretenda… (Antonio Rodríguez quería ser futbolista, no otra cosa, hasta que…).
El sentido de lo trágico está presente en toda esta extensa novela de más de 400 páginas, aunque pudiesen haber sido muchas más (ad infinitum), dada la fertilidad del autor, porque recursos no le faltan, y no solo materiales…
La muerte es algo muy presente en toda la obra…Una sorpresa os espera al final y una recomendación no empecéis por el final, aunque yo en muchas ocasiones lo haya hecho en otras publicaciones, aunque en esta pude aguantar la tentación (por qué, porque me enganchó desde nada más que comenzar).
La mesa, de izquierda a derecha: Juani, José Clemente Rubio, Patricio Peñalver y Alonso Rubio
¿Tiene algo de biográfica, es decir autobiográfica esta novela? ¿Patricio quiso alguna vez ser torero o quizás lo es y sigue siendo? Hacen falta “reaños” para enfrentarse a la vida tal y como él hace, en especial escribiendo una novela como la que tenemos entre manos y que sin exagerar diré que quizás se convierta en su obra maestra, la que más lo definirá en un futuro, sino lo ha hecho ya…
Tras unas palabras de Patricio… termino con José Luís Sampedro…” no sé qué decir. Sencillamente.”
Alonso Rubio
En Caravaca de la Cruz durante el acto de presentación del libro de Patricio Peñalver Ortega “La muerte del Minotauro”, 22 de mayo de 2018.
Juani, de la librería Cervantes, abre el acto.

Otros libros publicados de Patricio: Una novela sin nombre, El murmullo de las estaciones  y Tiempo de transición.